DETERGENTES SOLYECO
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Detergentes Solyeco SLU comienza su actividad en Enero del 2006, tras el ánimo y empuje de unos cuantos amigos del MCC. Somos una empresa que nos dedicamos a la formulación, envasado y distribución de detergentes con una línea de productos ecológicos.Surge como necesidad de cubrir una demanda de productos que ofrecia una empresa (Copan SL) que cerró por jubilación de sus responsables y por la poca presencia de detergentes ecológicos en empresas españolas, así como con el intento de que es posible crear otro tipo de economía. Nuestro agradecimiento a Copan S.L (Enrique, Angela, Marta, Carmelo) y a los amigos del MCC por los años de trabajo desarrollado en ella que nos han enseñado profesionalmente todo lo que sabemos y nos han dado luz y entusiasmo para intentar crear una empresa que quiere ser algo distinta. | ||
PRINCIPIOS | ||
Solyeco: Solidaridad y Ecología por un Mundo Nuevo.Detergentes Solyeco quiere ser continuidad de otras iniciativas económicas que los pobres pusieron en marcha. Se fija en la experiencia de Copán y de las primeras cooperativas, pero sobre todo en el COPIN, Cooperativismo Integral de Guillermo Rovirosa. | ||
OBJETIVOS | ||
a) El trabajo, como única fuente de riqueza. [leer] | ||
b) Respecto a la persona. [leer] | ||
c) Respecto al medio ambiente. [leer] | ||
d) Restitución. [leer] | ||
MOTIVACIÓN: | ||
Promoción de una economía solidaria y social frente a una economía de lucro o capitalista. «…el 75% de los beneficios líquidos se destinarán a Dotaciones a favor de Asociaciones u Organizaciones no lucrativas, cuyo objeto sea el desarrollo social, cultural o económico de países empobrecidos». |
El trabajo, como única fuente de riqueza
El actual sistema económico que padecemos tiene como único objetivo el lucro, a pesar de los disfraces llamados ecología o ayuda a los niños del Tercer Mundo.
Toda economía debe tener como principio la producción y distribución de los recursos necesarios para la supervivencia de todos los miembros de la sociedad.
Los bienes de los que disfrutamos no son posibles sin el trabajo solidario de todos los hombres, mujeres y (desgraciadamente) niños que forman la sociedad. Nadie, persona o empresa puede atribuirse los logros de lo que produce y sabe. Por tanto no puede sacar beneficio exclusivo de ello.
Pero el capitalismo ha impuesto su lógica a todos los niveles. Se paga un alto precio por ello; y lo pagan millones de personas que sufren el hambre y la miseria, la esclavitud infantil de 400 millones de niños en todo el mundo, enfermedades completamente evitables, las guerras…
Hoy se prima la economía especulativa y financiera, que no produce ningún tipo de riqueza para la sociedad. Mientras tanto, se sigue machacando el trabajo humano, única fuente de riqueza en la historia económica de los pueblos, y que hoy, a pesar de todo, sigue sosteniendo, la economía de millones de familias en nuestros países enriquecidos y sobre todo en el Tercer Mundo.
Respecto a la persona:
Combate al consumo, que forma una persona individualista, insolidaria y vacía. Creemos que es necesaria una economía de austeridad en las familias, donde nos liberemos de tanta parafernalia consumista y en definitiva podamos ir dando pasos hacia la solidaridad. Para contribuir a ello nuestros productos son concentrados, con mínima cantidad de aditivos dañinos, y damos la opción de utilizar envases más grandes.
Combate el limosneo, que humilla a la persona. Nuestros productos no son una «ayuda» a los países empobrecidos. Intentan ser cerillas en medio de la oscuridad, es decir, hacer una economía distinta que tenga como centro a la persona Por ello los beneficios van destinados a proyectos de promoción humana.
Respecto al medio ambiente:
Cualquier actividad económica debe respetar la vida. La destrucción de nuestro entorno es consecuencia de una economía no creadora, sino destructora, en primer lugar de la persona, y en segundo lugar, del medio ambiente. El consumo de bienes más allá de lo que necesitamos (en los países enriquecidos) lleva a la destrucción de la naturaleza. Dos lineas de actuación:
– La utilización de materias primas. De manera que los aditivos de todos nuestros productos son los mínimos (por otra parte no necesarios), y la concentración muy alta.
– La reutilización de envases. Se ha hecho conocido entre nuestros socios y difusores el lema de que la mejor forma de ser ecológico es consumir menos.
La aplicación de este lema se ha traducido en: la distribución de nuestros productos en envases más grandes, para no tener consumir tanto, y en la recogida de los envases para reutilizarlos (el plástico es unos de los materiales más contaminantes que existen). Reutilización (no reciclaje), aunque ello supusiera guardar el envase limpio en casa hasta la próxima compra y a la empresa más trabajo.
Restitución:
Nuestras economías enriquecidas, las de los países del Norte, son sostenidas por la explotación de los países del Sur a través de múltiples mecanismos.
Hay economistas que calculan que los bienes de los que disfrutamos provienen entre un 25 y un 40% de la explotación a esos países, en realidad robo. La riqueza que se produce en cualquier empresa, y por tanto también en la nuestra, proviene del trabajo pero también del expolio a esos países. Es deber de justicia, por tanto, restituir, en primer lugar, porque se roba; y en segundo lugar, porque la sociedad en su conjunto ha contribuido a crear esa
riqueza. Los beneficiarios de esa restitución no pueden ser otros que los más débiles de nuestra sociedad, los países empobrecidos del Sur, que sufren con diferencia, las mayores consecuencias de la injusticia.