¿Ahorra realmente energía el programa corto de la lavadora?
Aunque cada lavadora es un mundo y cuentan con cientos de programas diferentes de lavado, vamos a tratar de simplificar un poco y contestar estas preguntas. La teoría es muy bonita, pero preferimos hacer alguna prueba para contestar a estas preguntas. En primer lugar hemos puesto un ciclo de lavado en modo “normal” a 30ºC (más que suficiente a no ser que seas pintor) y hemos obtenido el anterior perfil de consumo de nuestra lavadora.
Hemos llegado a picos de potencia de casi 1,8kW y obtenido un consumo final de todo el ciclo de 475Wh, lo que viene siendo a día de hoy unos 8 céntimos de euro. La duración del lavado ha sido de 1:15h.
En nuestro segunda prueba, hemos puesto un programa “rápido” a la misma temperatura, 30ºC, el resultado ha sido el siguiente:
La potencia máxima alcanzada es similar, unos 1,8kW y, aunque el tiempo es un 50% inferior 0:50h, el consumo ha sido muy similar al anterior 430Wh, solo un 10% menos. ¿A que se debe esto?
Es muy simple, este tipo de programas están pensados para ahorrarnos tiempo, no dinero. Al inicio del ciclo, la lavadora calienta el agua que toma de la red, en el primer caso lo hace de forma escalonada, suponemos que va tomando el agua en tres fases y calentándola, mientras que en el segundo caso lo hace todo de golpe para ahorrar tiempo. La opción “rápida” también ahorra algo de tiempo haciendo un centrifugado más corto, pero como vemos en el gráfico, este consumo no es tan representativo como el calentamiento inicial de agua por efecto joule.
Por lo tanto, podemos decir que, en general, los programas cortos no ahorran mucha energía con respecto a los normales. Algunas lavadoras cuentan con programas “ECO”, no tenemos acceso a uno de estos equipos pero sería interesante estudiar si ahorran energía, agua o solamente tiempo.
Otro tema aparte son los electrodomésticos bitérmicos, de los que hablaremos otro día, estos tienen entrada de agua fría y caliente diferenciadas, de forma que el equipo selecciona de donde coger el agua según necesite una u otra. De esta forma podemos conectar la entrada de agua caliente de nuestra lavadora bitérmica a la salida de la caldera, energía solar, etc. y así conseguir no calentar el agua por efecto joule que ya sabemos que es lo más antieconómico a día de hoy.
Que nadie confunda lo que acabamos de decir con conectar una lavadora normal a la red de agua caliente, esto no es recomendable.