Los disruptores endocrinos como fuentes de Síndrome SQM
¿Que son los disruptores endocrinos (DEC)?
Se denominan disruptores endocrinos a una serie de elementos tóxicos, que se encuentran presentes de una forma mayoritaria tanto en los nutrientes que ingerimos como en los productos de uso diario.
En las últimas 4 décadas, los organismos están manifestando una serie de advertencias que se pretenden justificar. en beneficio de la industrialización. Inicialmente fue la aparición de sobrepeso, la obesidad y la diabetes, se otorgaba a hábitos alimenticios. Posteriormente han iniciado a aparecer enfermedades de difícil diagnóstico y justificación, como entre otras las enfermedades de sensibilización central, esclerosis múltiple, diferentes tipos de cáncer relacionados con procesos hormonales, como son los de mama, próstata, ovario, testículo y tiroides y un gran número de enfermedades que reciben el calificativo de “raras” y que no solo afectan a los humanos, sino también a todas las especies animales del planeta, hecho que no se considera suficientemente y debería ser una señal de alerta.
Actualmente, mediante los criterios medioambientales y el interés de algunos profesionales en el tema, se están presentando trabajos y estudios sobre la existencia de una serie de factores externos que son los responsables de estas alteraciones. Productos que de un modo mayoritario se les denomina “disruptores endocrinos”.
En el año 2013 apareció un trabajo sobre el tema, elaborados por la OMS y el programa de las naciones unidas para el medioambiente UNEP Estado de la ciencia de los perturbadores endocrinos – 2012 en el que se basaba en el hecho de que el sistema endocrino son similares en los vertebrados y se manifiestan de forma independiente de las especies, cuando estas están expuestas a los disruptores endocrinos.
¿Qué función realiza el sistema endocrino?
El sistema endocrino humano es responsable del control de un gran número de procesos en, incluyendo desde los primeros procesos, como la diferenciación celular ene l embrión, el desarrollo de los órganos, la formación de la mayoría de los tejidos y su mantenimiento al igual que controla las funciones de los tejidos y órganos a lo largo de la vida.
La hormona es una molécula producida por una glándula endocrina que viajando mediante el torrente circulatorio tiene la capacidad de producir efectos sobre las células y tejidos distantes a la misma. Existen más de cincuenta hormonas que a su vez se relacionan con diferentes moléculas tanto del sistema neurológico, como son entre otros los neurotransmisores, como del sistema inmunológico, como pueden ser entre otras las citoquinas.
Los disruptores, interfieren la acción hormonal alterando las funciones endocrinas, por lo que generan unos efectos adversos en la salud de quienes se expongan a ellos, tanto en los humanos como en la vida silvestre.
El estudio comparado de los efectos entre el año 2002 y el 2012 nos revela que existe un aumento de enfermedades y disfunciones endocrinas, siendo los niños y los humanos los mas vulnerables. La exposición a los mismos durante el desarrollo fetal y la pubertad, juega un papel en el aumento de la incidencia de cánceres por causa endocrina, como puede ser entre otros el cáncer testicular, conflictos de aprendizaje, como el TDHA, infecciones, asma, obesidad y diabetes.
La exposición a los mismos, se le considera como una de las principales causas de:
• Arterioesclerosis y disfunción cardiovascular
• Infertilidad
• Cáncer de próstata
• Parkinson
• Alzheimer
• Incremento de sensibilidad a las infecciones
• Asma
• Síndromes testiculares
• Obesidad
• Alteraciones en la pubertad
• Y un largo etc. que alcanza campos de influencia aún desconocidos, entre los que no debemos descartar algunos casos de SSC. que no se recogen por no ser reconocidas como tales
¿Cómo se propagan los disruptores?
Existe un gran número de productos químicos que se han identificado como DEC, los cuales tienen diferentes propiedades. Estos productos se pueden encontrar tanto en productos finalizados, como en su fabricación o su eliminación formando subproductos al combustionar los desechos.
Por lo que nos encontramos con un alto contaminante ambiental, presente en los plaguicidas fitoestrógenos; Productos tales como, Bisfenol-A; Dioxinas; Atrazina; Ftalatos; Percloratos; Pesticidas organofosforados; Esteres de Glicol, Arsénico; Plomo; Mercurio; Retardantes de fuego; etc. así como en productos domésticos en forma de ingredientes en productos farmacéuticos y de estética; pasta dental; Gel de rasurar; Champús y acondicionadores; lociones y bloqueadores solares; desodorantes y antitranspirables; en aditivos alimenticios; alimentos enlatados; materiales de plástico y textiles, materiales de construcción y un largo etc. de productos habituales y de consumo diario.
Estos productos, una vez liberados en el medioambiente, pueden ser transportados con suma facilidad tanto por las corrientes de aire, como por el agua, alcanzando una esperanza de vida, cuando están liberados en el medioambiente, mucho más amplia que otros productos contaminantes.
Estos productos, son absorbidos por los seres vivos, mediante el tracto digestivo, la respiración y la piel, teniendo a su vez la capacidad de cruzar la barrera placentaria, al ser confundidos por el organismo como un producto natural, por lo que su transferencia inicial al feto es inmediata y posteriormente se mantiene mediante la lactancia.
La industria se defiende argumentando que no existen efectos observables en los estudios que se realizan, manteniendo que existe un índice de seguridad de los mismos, no obstante se desconoce los efectos de la unión de múltiples productos EDC a bajas dosis, por lo que las dosis declaradas a nivel individual como seguras, no se han probado entremezcladas.
Es imprescindible afrontar el problema de una forma crítica, puesto que al ser indentificados estos productos por el sistema endocrino, inciden en el normal funcionamiento de los organismos a niveles muy superiores que el del mismo sistema endocrino afectando no solo a las actuales generaciones si no también a las venideras. No podemos subestimar el problema como manifestaciones de enfermedades individuales, estamos ante un nuevo proceso de transmisión a modo de pandemia, siendo el agente un vector químico medioambiental.
Podemos intentar evitar parte del contacto con estas substancias toxicas tomando determinadas medidas como:
Evitando los lácteos, sobre el uso de los mismos ya existe mucha discrepancia y uno de los últimos informes sobre la nutrición de Harvard, los ha eliminado de la pirámide alimenticia.
Tomar pescado que no sea de piscifactoría, pues los criados en “granjas” contienen un alto índice de contaminantes de PBCs y mercurio
No almacenar los alimentos y el agua en plásticos, preferiblemente en cristal.
Comprar alimentos que estén contenidos en botes de cristal en vez de enlatados.
Utilizar alimentos crudos, no precocinados, pues son una alta fuente de ftalatos y BPA
Utilizar fuentes de cocina cerámicos o de vidrio, el teflón y otros antiadherentes son fuentes de contaminación.
Controlar que no estén presentes en los productos presentes en los juguetes de los bebes, así como los objetos que suelen meterse en la boca, como pueden ser chupetes, mordedores etc.
Utilizar biberones y boles de cristal para alimentar a los bebes.
Filtrar el agua del grifo tanto para el uso nutricional como de higiene (ducha, baño, etc).
Controle el jabón, los detergentes, los cosméticos, productos de belleza, desodorantes etc. (NOTA SOLYECO: ahí entrarían nuestros productos)
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